CLAUDIA EN LA BIBLIOTECA
Rebuscas en los libros
con un extraño afán de jardinera.
Delicada y ansiosa, de perfil me pareces
distinta en ese modo de curvar las rodillas
y de tensar los muslos
debajo del vaquero;
muerte lenta
contemplar, sin tocarlo,
el pequeño tatuaje en tu cintura.
Será mejor sufrir que detallar los pechos:
¿quién se atreve a cruzar
los toboganes
que unen la palabra con su objeto?
Así que huyo
y finjo distracción;
si volvieras la vista a quien te escribe
desaparecerías, y es demasiado pronto.
Sigue leyendo, Claudia.
Haces bien en amarte.
Andrés Neuman
Rebuscas en los libros
con un extraño afán de jardinera.
Delicada y ansiosa, de perfil me pareces
distinta en ese modo de curvar las rodillas
y de tensar los muslos
debajo del vaquero;
muerte lenta
contemplar, sin tocarlo,
el pequeño tatuaje en tu cintura.
Será mejor sufrir que detallar los pechos:
¿quién se atreve a cruzar
los toboganes
que unen la palabra con su objeto?
Así que huyo
y finjo distracción;
si volvieras la vista a quien te escribe
desaparecerías, y es demasiado pronto.
Sigue leyendo, Claudia.
Haces bien en amarte.
Andrés Neuman
2 Comments:
La vuelta al trabajo tiene eso, que nos saca de nosotros y nos fijamos en los demás. Y las demás, que tiene más gracia
Está excelente. La manera en que la describes está hecha de gran manera sobre todo por ese afan de contemplación. Me parece una mirada rápida y tímida antes de ser descubierto.
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